jueves, 25 de junio de 2015

Roxett y el sexo: Punto de encuentro

Me dijeron que un aeropuerto era el punto de encuentro de la soledad. Donde las almas caminan hacia sus respectivos destinos, dejándose llevar por la inércia del movimiento y arrastrados por las sombras del pasado.

Observo a las almas caminando con inmensas maletas, arrastrando los pies y buscando un destino, su destino.
Todos y cada uno de ellos tienen una historia que contar, una pasión oculta y un secreto inconfesable. Todos han amado alguna vez a un cuerpo lleno de pasión y han disfrutado del extásis del infinito orgasmo con almas insaciables del sexo.  Gemidos insonoros y olores inconfundibles, todo queda en el recuerdo transportado por las sombras.

Mis sombras juegan entre ellas siendo independientes las unas de las otras. Sintiendo el momento y disfrutando del placer del sexo. Cada lengua, caricias y pieles son diferentes. El secreto mas puro e incondicional que se puede sentir en esta habitación,el punto de encuentro de la pasión.

Encuentrame....estoy viajando con mis sombras.

martes, 23 de junio de 2015

Roxett y el sexo: Olvidé Olvidarte

Tú unico defecto, no despertar junto a mi. Te marchas sigilosamente olvidandote tú olor en mi piel. Este permanecerá puro hasta la próxima vez que tú cuerpo saboreé el mio. ¿Cuando volverás a esta habitación? Dime cuantos momentos he de esperar tú sexo.

Recuerdo tú mirada recorriendo mis curvas, esperando encontrar olvidos todavía no olvidados. Olores que permanecen a otra habitación de cuya denominación no es la mia. Siento que el color naranja de mi habitación no forma parte de tú presente. Sentimientos no encontrados y que yo deseo rescatar. Endulzo mi cama para tí y duele no ser probada. ¿Qué me pasa? ¿Porqué deseo amarte?

Escribir sobre papel mojado, hace que la tinta desaparezca difuminandose en un tono azul cada vez mas oscuro. Querer escribir como mis labios recorrian cada centímetro de tú piel, ver tu mirada de decepción buscando lo perdido, hace no pueda expresar lo mucho que esperé ese momento.

Pienso en tu cuerpo desnudo mientras te acariciaba. Escucho en silencio tus gemidos, aquellos que hacian que te extremecieras cuando mi boca recorria tu ombligo hasta llegar a tocar lo que yo mas deseaba. Mi lengua y mis labios ofrecian todo para ti. Deliciosa experiencia la de hacerte sentir.

Aprender a no ser amada es una virtud aprendida. Ser pura pasión sin buscar nada a cambio un triumfo. Olvidar tu mirada algo imposible.

lunes, 11 de mayo de 2015

Roxett y el sexo: Azul

Como olvidar eso ojos de un color azul claro que persiguen mis movimientos, que miran mis curvas y expresan sentimientos ocultos. Como olvidarte...sin dejar de recordarte. Como sacar este dolor que hay dentro de mí y la resignación de no volver a verte...

Un viaje predestinado a encontrarte, unos primeros minutos a tu lado bastaron para saber que no quería que salieras de mi vida. Un encuentro con fecha de caducidad mezclado con una pizca de pasión incontrolable.

Nuestros cuerpos se fundían en la mas intensa excitación que producían nuestros sentimientos. Me recuerdas húmeda y yo te recuerdo excitado. Tus gemidos expresaban todo aquello que no eras capaz de decirme con palabras. Tus movimientos al poseerme gritaban que me querías solo para ti y tus calientes abrazos tras el tan esperado orgasmos eran lo más parecido  al paraiso.

Cómo olvidar esos ojos azules....

Roxett y el sexo:Tú Tinto y yo Blanco

Cuando levanté la mirada, entendí que eras tú. Yo era una princesa cansada de cuentos, donde los principes eran demasiado azules y de tonos que no llegaban a la altura de un color merecedor de un cuento donde las princesas solían ser las dueñas del corazón de cualquier hombre capaz de rescatarla de enormes, grandes y horribles dragones.

Entendí que eras tú, cuando tú perfume embriagaba mis sentidos y permanecian en mi alma hasta nuestro próximo encuentro. Entendí que eras tú la primera vez que te perdí y no era capaz de vivir sin tí. Entendí el significado de la palabra amor cuando compartí contigo mi corazón.

Aquella noche tus manos recorrieron la linea que separa el bien y el mal. Tus labios pecarón sobre mi piel, haciéndome sentir la diosa más maligna del Olimpo. Tú eras el transeunte que decidió recorrer mi mundo, hasta llegar a mi habitación. Necesitabas sentir el placer de lo prohibido para escribir la aventura de pecar sobre papel mojado. Que sensación más extraña; una habitación donde el sexo quedaba en un segundo lugar y dónde le dabamos importancia a los sentimientos más efimeros. 

Que sensación la de dormir junto al amor, abrazar al deseo y soñar en la misma almohada...